Si te notas inquieto, preocupado desde hace un tiempo, puede ser que estés sufriendo un trastorno de ansiedad. En algunos casos es más o menos llevadero, en otros, puede derivar en una crisis de angustia o ataque de pánico y en otras ocasiones, convertirse en un estado crónico de estrés.
La ansiedad es un mecanismo de defensa que el ser humano posee desde que vivía en las cavernas y que nos servía para que, ante una situación de peligro, luchásemos o saliésemos corriendo, todo ello con el fin de salvaguardar nuestra vida y la de los nuestros. Actualmente, mantenemos este mecanismo, pero que en las condiciones actuales suele ser desproporcionado y perjudicial cuando nos resta concentración, rendimiento, sueño, etc. Salir de este bucle es posible, analizando tus pensamientos, tus comportamientos y eligiendo las líneas de actuación adecuadas a seguir.
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Noemi Balada
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